(...) Sí: definitivamente el día se ha ido.
Mucho no se llevó (no trajo nada);
sólo un poco de tiempo entre los dientes,
sólo un poco de tiempo entre los dientes,
un menguado rebaño de luces fatigadas.
Tampoco lo lloréis.
Tampoco lo lloréis.
Puntual e inquieto, sin duda alguna, volverá mañana.
Ahuyentará a ese gato negro.
Ahuyentará a ese gato negro.
Ladrará hasta sacarme de la cama.
Pero no será igual. Será otro día.
Será otro perro de la misma raza. Ángel González
Pero no será igual. Será otro día.
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